IBAGUÉ. Los familiares de Angie Daniela Barrios Franco aseguraron que los médicos no le dieron con el ‘chiste’ sobre lo que ésta tenía, por eso la llevaron donde varios espiritistas para que la curaran. Sin embargo la existencia de la joven se apagó y aún no saben de qué murió.
Historia. Sin signos vitales llegó Barrios Franco al Hospital San Francisco, “creo que se me murió en el taxi porque respiró la última vez… Como pude la saqué y la puse en la camilla del hospital. La niña iba toda morada”, indicó Rosa Teresa Franco Rincón, madre de la joven, mientras esperaba que Medicina Legal le entregara el cuerpo para ser trasladado a Girardot, donde residen y así darle el último adiós.
La historia que llevó a la muerte a Angie Daniela empezó desde finales de noviembre del año pasado cuando su estado de salud desmejoró: “No hubo descuido por parte del hospital porque le programaron exámenes, pero los resultados no arrojaron nada, por último nos dijeron que la niña tenía una gastritis aguda, porque cogió la costumbre de comer sal con limón y que posiblemente esto le estaba deteriorando el hígado. Le ordenaron unas endoscopias, se las tomaron y nada”, contó el padrastro.
Los médicos del Hospital San Rafael de Girardot le dieron la salida a Barrios Franco, pero mientras estuvo en la casa tuvo complicaciones por lo que sus seres queridos vieron como una posible solución llevarla donde varios espiritistas, “la llevamos donde uno, ese no le dio con el chiste, a otro, otro, hasta que hubo uno que vimos que le dio una mejoría, no la curó, pero sí una mejoría.Debido a esto empezamos a confiar, nos recomendaron otro, él la visitó en la casa”, dijo el hombre.
Al parecer Angie Daniela se recuperó con los trabajos que le hizo uno de los espiritistas que “trabaja con la luz divina y los ángeles. Me hizo comprar tres velones, se alcanzó a quemar uno y ella sintió más mejoría. Las dos cosas se unieron y me la levantaron, ella estaba bien”, relató Franco Rincón.
Angie Daniela, quien era la mayor de cuatro hermanos pidió que su papá y una tía la visitaran, por lo que éstos acudieron al llamado. Días después la adolescente le solicitó a Rosa Teresa que la llevara a Ibagué a verse de nuevo con su padre y hermanos: “Le dije a mi mamá llorando qué tal que mi hija se me muera por allá, porque tenía ese anhelo y ella estaba en guerra con el papá y la tía, hacía años que no les hablaba. Llegamos el martes al barrio Pueblo Nuevo, habló con el papá, lloró, se le veía ese amor. Pero después de las 6:00 p.m. todo cambió, empezó a respirar rápido, estaba decaída, no hablaba, todo era por señas. Pasamos una noche tenaz, le puse una camándula y me decía que se la quitara, una la reventó en tres partes, la tía le puso otra y decía que la quemaba. Durante toda la noche me decía mami por favor no me deje, ayúdeme, quítemelos, ahí están y le decía pero mami ¿quién? y me apretaba la mano. Ella decía que sentía a alguien al lado pegándole, pero no había nadie,me pedía auxilio y luego se quedó dormida”, indicó la mujer.
Sobre las 6:00 a.m. del miércoles Angie Daniela recibió un beso de su mamá felicitándola por el Día de la Mujer, pero a las 9:00 a.m. su luz se apagó.
“Los doctores dijeron que no tenía nada, ninguna infección aunque sabían que tuvo vómito, fiebre y diarrea. A ella le hicieron brujería, uno de los espiritistas le dijo que una mujer que tenía las características de la ex suegra le había dado tierra de cementerio. Ella recordó que una vez le dio arroz con pollo y lo sintió arenoso, entonces no siguió comiendo. Ella tuvo problemas con la mamá de Camilo con quien vivió un tiempo, pero luego se dejaron. Fue ella porque el señor le dio las indicaciones de cómo era la persona que le había hecho el maleficio y la niña dijo es la mamá de Camilo”, señaló Franco Rincón.
