IBAGUÉ. Ante el Juez Primero Promiscuo de Rovira y Fiscal 19 seccional de la URI fueron presentados José Manuel Gómez y Angela Marelis García por los delitos de extorsión agravada en grado de tentativa.
Hechos. El 28 de febrero del año en curso, José Abel Gómez recibió a través de su hijo José Manuel Gómez, la noticia de que seis hombres armados y camuflados llegaron hasta su vivienda en la finca El Pinal en Roncesvalles exigiendo la suma de 7 millones de pesos so pena de atentar contra su vida, y la de su familia.
Días después llegaron cuatro hombres a dar instrucciones de la manera en que debía ser entregado el dinero, donde Sandra Liliana Gómez, hermana de José Manuel, destacó la manera particular en que se daba el diálogo entre los extorsionistas y José Manuel Gómez y su entonces compañera sentimental Angela Marelis García y la tranquilidad con que asumieron la situación.
Tras los hechos delictivos, el padre del acusado contactó a las autoridades y puso el hecho en conocimiento del Gaula Militar de Ibagué, que se desplazó hasta el municipio y pernoctó por tres días consecutivos con la esperanza de capturar a los sujetos delincuenciales, que nunca llegaron, pero aparecieron un día después de que los hombres del Gaula regresaron a Ibagué.
José Manuel discutió con su hermana Sandra Liliana por haber puesto en conocimiento el hecho al Gaula y fue entonces cuando la mujer empezó a notar que las cosas no iban bien.
Días después, las autoridades capturaron a Jeferson Campuzano, ex compañero sentimental de una de las hijas de José Abel y cuñado de José Manuel, quien relató cómo hubo una complicidad entre él y el acusado para extorsionar a su padre. Así mismo Campuzano contó que los hechos habrían ocurrido porque el hombre sentía que la distribución del patrimonio familiar no era equitativa y relató que Angela García tenía conocimiento de los hechos. Tras la captura de Jeferson, la mujer se fue de la casa y días después fue capturada en Riomanso.
José Abel Gómez no alcanzó a entregar el dinero por lo que la extorsión quedó en grado de tentativa.
Finalmente los acusados no aceptaron los cargos y el Juez les ordenó medida de aseguramiento intramural en establecimiento carcelario por lo que fueron trasladados hasta la cárcel de Picaleña.
