IBAGUÉ. “Me gustan los bares y las desveladas, lunes a domingo y toda la semana me la paso alegre y disfruto la vida, así seguiré hasta mi último día. Me gusta el desmadre, el ambiente me prende. Yo así soy feliz, no le temo a la muerte. Yo no pienso en eso, es tiempo perdido pues nadie se escapa de nuestro destino”, fue el corrido con el que despidieron ayer a Diego Alexander Posada Silva, a quien de cariño le decían ‘Choco’ y que falleció el sábado junto con Yessica Alejandra Cubillos Bonilla al rodar por un abismo en un carro por la vía antigua a El Totumo.
Su féretro ingresó ayer a la iglesia Espíritu Santo donde cientos de personas lo esperaban para darle el último adiós. Detrás de el, su compañera sentimental y amigos que siempre estuvieron con ‘Choco’ hasta el último momento.
El sacerdote ofició la eucaristía y pidió fortaleza para los seres queridos. Mientras daba la comunión el coro entonó una canción que robó lágrimas a los allegados, pues precisamente reflejaba la escencia del hombre de 34 años de edad.
A la salida aplausos acompañaron al ataúd junto con una caravana de motos y carros hasta el cemeneterio La Milagrosa.
Allí un grupo de mariachis al son de trompetas interpretó el corrido ‘Mi último deseo’, que le gustaba mucho a ‘Choco’ y con el que quería ser despedido: “Lleven a mi entierro música de banda. Échenme loquera y una de Buchanan’s, por si hay otra vida seguir la parranda”, corearon su ‘parceros’ mientras el trago apaciguaba la pena.
Alejandra Cubillos. Mientras se efectuaban las exequias de Posada Silva, Yessica Alejandra Cubillos Bonilla era velada en la casa de su abuelita en el barrio La Libertad. Una pancarta a la entrada de la vivienda con su foto acompañada de la leyenda: “Solo Dios sabe el dolor y vacío que nos deja tu partida. Con tu sonrisa iluminaste nuestras vidas y aunque hoy no estés vivirás eternamente en nuestros corazones. Descansa en paz” demostró el amor que sentían sus parientes por ella. Las honras fúnebres se realizaron sobre las 4:00 p.m. en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús del barrio Las Ferias. Su cuerpo reposa en el cementerio San Bonifacio.