IBAGUÉ. La familia de Óscar Eliécer Ceballos espera que la incertidumbre que los invade acabe pronto, pues aún no saben si los restos óseos que fueron hallados entre San Antonio y Ortega corresponden a su ser querido desaparecido desde el pasado 22 de diciembre.
Historia. El martes en la mañana los parientes de Ceballos recibieron una llamada por parte de las autoridades donde les informaron que en la rivera del Cucuana por la vereda Balsa del Rocío de Ortega, zona que colinda con Playarrica, San Antonio habían unos restos que serían de Óscar, por lo que ellos se dirigieron al sitio para identificarlo; sin embargo se llevaron una desagradable y triste sorpresa: lo que encontraron eran partes de un cuerpo que no tenía cabeza.
Al parecer, William González, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda se encargó de realizar el levantamiento, situación que les parece a los allegados una negligencia por parte de la Policía, pues les habrían dicho que cargaran las partes hasta Rovira.
Los familiares atravesaron el afluente con los restos en un costal y amarrados de un palo, luego contrataron un carro para llevarlos hasta la morgue del Hospital San Vicente del ‘Encanto de Manantiales’. Allí fueron recogidos por el CTI que los trasladó a Medicina Legal de Ibagué, donde los forenses determinarán su plena identidad.
Desaparición. El 22 de diciembre del año pasado fue la última vez que la familia de Óscar Eliécer Ceballos supo de su paradero. Ese día, Ceballos tomó una buseta de Velotax desde Ibagué con destino a San Antonio, pues debía hacer unas diligencias en el banco de esta población ya que en la zona tenía con su progenitora un cultivo de mora. Pero en el cruce conocido como Los Guayabos de la vía hacia Roncesvalles, se bajó del vehículo de servicio público. Sobre las 10:30 de la mañana llamó a su mamá. Desde ese momento no supieron más de Ceballos.
Por la cercanía al lugar donde el hombre desapareció y fueron hallados los restos, sus conocidos creen que se trate de él, pero las autoridades son las únicas que podrán esclarecer el caso, por lo que esperan que sea pronto; bien sea para darle cristiana sepultura o para continuar con su búsqueda.
Óscar Eliécer Ceballos. Hace dos años, llegó con su familia a Ibagué desde Venezuela luego de que la crisis económica los afectara. Es padre de tres hijos de 17, 10 y siete años de edad, esposo de Deisy Bolaños Villamil y tiene 43 años de edad.