AMBALEMA. Las autoridades investigan un hecho de sangre que enluta a una familia en Ambalema y están tras la pista del responsable del homicidio para dar con su captura y que este caso no quede en la impunidad.
Hecho. Ayer Yadira Alexandra Molina, bajo la lluvia, arribó a las instalaciones de Medicina Legal de la Musical a reclamar el cuerpo de su hijo, el cual fue llevado por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación tras ser hallado a finales del mes pasado en un afluente en Ambalema.
La tristeza invadió a Molina y a sus seres queridos al conocer que su ‘retoño’ al parecer, fue asesinado con arma de fuego.
La historia de luto y dolor inició el 28 de abril, día en que a orillas del río Magdalena encontraron un cadáver en estado de descomposición flotando en la ‘Ciudad de las Mil Columnas’. Hasta el sitio llegaron miembros de la Estación de Policía del Tolima que verificaron la situación y acordonaron el sitio, mientras que funcionarios del CTI hicieron el levantamiento.
En el afluente reposaban los restos mortales de un joven que vestía camiseta de color verde, jean azul y zapatillas azul oscuro, pero estaba indocumentado. Además sus características físicas era de un muchacho de piel trigueña, cabello corto y tenía varios tatuajes.
En el momento los criminalistas no tenían claro qué había pasado con el fallecido y además necesitaban establecer su nombre aunque en la población ya rumoraban quien era, por lo que fue trasladado a Medicina Legal ubicada en Ibagué donde los médicos forenses a través de la necropsia determinarían la plena identidad y las causas de su muerte.
¿Quién era? La semana pasada Molina se acercó a la morgue para retirar el cadáver de su hijo Julio César Cáceres Molina, sin embargo, solo hasta ayer lo pudo sacar para darle cristiana sepultura.
Al joven sus ‘parceros’ y parientes le decían de cariño ‘Timba’ o ‘Julito’, él era el mismo que fue hallado aquel 28 de abril sin vida en el Magdalena.
Presentimiento. Parecía como si Cáceres Molina presintiera los pasos de la muerte, pues cinco semanas antes de su deceso publicó en su red social de Facebook: “Todos me quieren ver muerto, pero gracias a mi Dios estoy vivo y para el que me desee el mal eso puel culo porque no lo van a conseguir” (Sic). Por lo que la investigación de su deceso estaría hilada con un homicidio por un posible ajustes de cuentas por microtráfico, además en el pueblo comentan que la víctima fue asesinada de un disparo y luego lanzada al río.
Presuntamente, la familia de ‘Timba’ cerca de 15 días antes de la tragedia no sabía de su paradero, pero luego fue visto y posteriormente conocieron la lamentable noticia.
Hoy los allegados piden a la justicia divina y terrenal para que el homicida no ande en la calle como si nada y pague por causarle la muerte a Cáceres Molina.
