IBAGUÉ. Un ‘ajuste de cuentas’ por la pérdida de unos ‘moños’ de marihuana y un dinero, “al estilo de una organización”, indicó la Fiscal 11 Seccional de la Unidad de Vida de Ibagué, sería la causa del homicidio del soldado regular Carlos Javier Álvarez Herrera, conocido como ‘ Gemelo’, por parte de dos de sus compañeros del pelotón ‘Furia Uno’, del batallón 16 Patriotas, adscrito a la Sexta Brigada del Ejército.
Por tal razón, fueron capturados por la Sijín de la Policía del Tolima los soldados Samuel Beltrán Ballesteros y Diego Robayo Bejarano, previa orden judicial emitida por el Juzgado Quinto de Garantías la semana pasada.
Así lo planearon. Refirió la delegada del ente acusador en audiencia ante el Juzgado Sexto de Garantías, que los detenidos, quienes eran compañeros en la compañía integrada por 35 soldados y cuatro suboficiales, planearon asesinar al ‘Gemelo’ el 25 de diciembre.
Así que concertaron sacarlo de la base militar hacia las 7:19 de la noche, cuando Robayo Bejarano estaba de centinela.
Y lo hicieron bajo el engaño de que iban a reclamar marihuana en la vereda San Vicente, del Líbano, cerca de donde estaban y asumieron que Álvarez Herrera no se negaría porque además era consumidor.
El plan se fraguó porque el occiso había sostenido una pelea con ellos por la pérdida de cannabis y un dinero producto de esa comercialización, de hecho a principios de diciembre hubo roces y hasta disparos. Incluso un cabo de la compañía en una oportunidad halló al occiso fumando marihuana en un ‘cambuche’ y lo describió como una persona poco tolerante.
Para cumplir su cometido, los detenidos tomaron el fusil del soldado Carlos Alberto Blandón Villa, quien prestó guardia hasta las 7 de la noche y lo dejó en un árbol como acostumbraba hacerlo, cerca de su ‘cambuche’.
La búsqueda. Luego de salir de la base, los mandos de la misma contaron a los soldados y faltaba Álvarez Herrera, por lo que empezaron la búsqueda.
En ese momento, el militar Blandón Villa, salió a formar y no halló su fusil, no obstante, pidió uno prestado y no encontraron en su garita al soldado Robayo Bejarano, de quien pensaron estaba haciendo la ronda sin su fusil calibre 5.56. Además escucharon varios impactos que se confundieron con el sonido de la pólvora que se quemó por el sector.
Luego, en medio de la búsqueda con linternas del soldado, hallaron su portafusil en el camino hacia la vereda San Vicente. Más tarde Blandón Villa encontró su arma de dotación, la cual sintió más liviana, olía a pólvora a recién disparada y le faltaban 12 cartuchos, por lo que le comunicó a sus cabos el hecho, pero no le prestaron mucha atención porque estaban preocupados por el ‘Gemelo’.
EL homicidio. Los sujetos tomaron rumbo a la vereda San Vicente. Cuando llegaron a un punto, donde Beltrán Ballesteros montó el fusil que le quitaron al compañero de patrulla, el mismo se trabó varias veces, sin embargo, disparó y el ‘Gemelo’ le gritó que no lo había matado.
Así que le entregó el arma de largo alcance a Robayo Bejarano y le dijo que ‘lo callara’, por lo que este le disparó al joven en el cráneo. Dicha arma de fuego es de dotación y es entregada a cada soldado con un inventario, por lo que los detenidos no tenían permiso para portarla.