IBAGUÉ. Luego de la llamada de un interno del Coiba de Picaleña, la familia de Héctor Fabio Villamarín se enteró que había muerto al interior del centro de reclusión.
El hombre de 54 años de edad, oriundo de Cali, Valle del Cauca, quien era diabético y según sus allegados adquirió la tuberculosis dentro del Coiba, falleció por un paro cardiorrespiratorio.
Su deceso. Villamarín murió recluido en el patio Cuatro, bloque Cinco de la prisión, donde pagaba una condena de seis años por el delito de hurto.
Hacia las 4 de la madrugada del viernes sufrió el paro que se llevó su vida, por tal razón hasta el centro de reclusión llegaron los agentes del CTI de la Fiscalía que hicieron la inspección del cuerpo.
Negligencia. Según Leonardo Hoyos, familiar del interno, “se solicitó al Juez la domiciliaria, pero la negó dos veces y ayer finalmente falleció mi tío en la cárcel”.
Según el familiar: “También se le solicitó al director del Coiba por correo una visita especial por la enfermedad, la cual se la contagiaron allá en la cárcel y no respondió. Además la insulina se la aplicaban de vez en cuando”, concluyó el hombre.
Villamarín vivía en Cali en el barrio Campoalegre y dejó dos hijos, una joven de 16 años y un hombre de 19 años.
