IBAGUÉ. Un nuevo escándalo envuelve a la Rama Judicial, esta vez por cuenta de la captura del exsecretario del Juzgado Tercero Civil del Circuito de Ibagué, Javier Mauricio Soto Castro. El exfuncionario del Juzgado fue detenido el jueves en la mañana por los agentes del CTI de la Fiscalía en Girardot, por orden del 19 de febrero emitida por el Juzgado Quinto de Garantías de Ibagué. Habría recibido dinero.
Según el Fiscal 26 Seccional de Delitos Contra la Administración Pública, el hombre de 45 años, el 3 de marzo de 2014, elaboró en el computador del despacho del Juzgado Tercero Civil del Circuito el acta de reparto de una acción de tutela, cuyos documentos recibió, previa solicitud que él mismo le hizo al notificador judicial de la oficina, Fernando Suárez. Los documentos fueron allegados por María Eugenia Saavedra Ruiz, abogada con un poder firmado por Virgelina Suárez.
La mujer, al parecer se contactó con el secretario del Juzgado para que de manera fraudulenta el despacho conociera de la acción de tutela para una reorganización empresarial y levantar unas medidas cautelares en un proceso por embargo. Presuntamente, por reclamar las copias de la demanda en una fotocopiadora y subirla a la oficina del Juzgado, Fernando Suárez recibió 300 mil pesos y no se especificó el monto que recibió Soto Castro. Con la acción de tutela en el Juzgado, al parecer, Soto Castro hizo inducir en un error al Juez Marco Román Guido Fonseca, quien falló a favor de la usuaria de la abogada María Eugenia Saavedra Ruiz y anuló las medidas cuatelares.
Apelada. No obstante, la decisión fue apelada y en segunda instancia fue revocada. Es así como Ricardo Fabián Rodríguez Lozano interpuso la denuncia penal, por lo cual, solicitó en la oficina de repartos el acta de la tutela, la cual no correspondía a la fallada por el Juzgado Tercero Civil, porque sería la elaborada por Soto Castro y con el número del radicado entregado. Había en su lugar, el nombre de otra persona por un caso distinto. Indicó el Fiscal que incurría en errores tales como que el recibido estaba escrito a mano.
Delitos. Por esta razón el delegado del ente acusador le imputó los cargos por falsedad ideológica en documento público, cohecho propio, cochecho por dar u ofrecer y fraude procesal. El abogado de profesión y ahora imputado, Soto Castro, no aceptó los cargos achacados por el delegado del ente de persecución penal. Confesaron.
Cuando el Juez Civil Tercero del Circuito se enteró de lo sucedido porque un investigador del CTI llegó al despacho a llevar a cabo una inspección, tanto Suárez como Soto Castro en medio del llanto le confesaron al togado lo ocurrido. Igual que con su jefe, los dos implicados le confesaron a tres compañeros de oficina la situación. ‘Casa por cárcel’.
Indicó el Fiscal delegado al solicitar la medida de aseguramiento, que Soto Castro obró en coparticipación criminal, tenía una posición privilegiada, pues era el secretario y esto lo hacía más grave, además ahora que tiene una oficina de abogados. La Juez Quinta de Garantías le impuso la detención domiciliaria a Soto Castro en su residencia ubicada en Flandes.Allí vive con sus dos hijos y su esposa que es Inspectora de Policía de Girardot.